Del 2 al 29 de septiembre
Lugar: Centro Cultural Sanchinarro.
Las pinturas presentadas en esta exposición son el resultado de un vínculo poético entre las posibilidades creativas del proceso pictórico y la naturaleza.
Las flores no están vistas como elemento ornamental, sino más bien, como puntos estratégicos y simbólicos de un universo complicado, que esconde algún secreto detrás de unas extrañas y arcanas estructuras que se pretende descifrar.
Una mirada que, además usa el zoom o el macro para hurgar en los 15 o 20 cm cuadrados que son el objeto de estudio. Decenas de fotografías sobre la mesa del artista, que indaga, modifica e incluso corrige la naturaleza para introducir así, finalmente, el elemento “poético”. Poesía que individualiza el misterio o lo crea, trasladando al plano de la pintura, los resultados de sus investigaciones.
Lo importante es que el espectador encuentre el “amor a la naturaleza”, y sobre todo, el “amor a la pintura”.